viernes, diciembre 25, 2020

Sueles

Sueles tocar el pasado con tus venas

y conservas todavía la tarda congoja,

las claves de tus cansadas despedidas

y la lejanía en el agobio de tu reflejo.


La imagen de una oscura y lenta cruz

se vuelve la puerta de una aguda voz.

Se vuelve un ardiente eco a la deriva

en un cielo de temblores y memorias.


Sueles llenar tus espacios con ruegos

donde rechazas mi auténtico nombre.


Me invitas a recobrar los duros pasos

que has dejado escrito en mis errores.


El interior como un pretérito exterior

y los sacrificios en infinitos agravios.


Sueles tocar mis voces en mis pausas,

en las manías de un fastidioso pasado

y a los pies de un árbol lleno de luces

extrañamente benigno y demandante.


Rolando del Pozo

lunes, diciembre 07, 2020

Tengo

Tengo las edades de tu voz en mis versos, 

en los hálitos de un sereno viaje a tu piel, 

en los diálogos de solos y calmos tiempos.


Tengo las sombras efímeras de tus curvas 

fingiéndose el reflejo de una voz con ecos.


Las poses tardas de tus piernas se repiten

en los versos que se reavivan en el espejo.


Se repiten en la escapada luz de tus senos,

en tu boca de desazones y solos misterios. 


Tengo entre tus senos los afligidos versos, 

la creciente sed de tus puntuales pliegues.


Se repiten en mis labios tus partidas voces,

los sabores de ajustarme tardo a tus ganas 

y la rara felicidad de mezclarnos en el ayer.


Rolando del Pozo

miércoles, noviembre 18, 2020

A una ruidosa tarde

A un crujiente silencio me llevan tus pasos,

a tus pechos que se reavivan en mis labios,

a tu rosa que se abre en sosegadas heridas.


No importa mi memoria incitada en tu voz.

No importa el verso sacudido en tus labios.


A una ruidosa tarde me llevan tus círculos,

a una oculta saciedad llena de signos y luz.


Se repiten los sudores en oscuras visiones.

Se repiten las pasiones en agitadas cruces. 


No importan los sueños en tu tardo escape 

lleno de días, de lejanía, de brillos inciertos. 


A una ruidosa tarde regreso lleno de voces,

lleno de ilusiones, reclamando tus gemidos,

apelando a las noches donde te multiplicas.

 

Rolando del Pozo

miércoles, noviembre 04, 2020

Hoy

Hoy tus palabras acumulan breves paisajes.

Acumulan las formas agitadas de tus poses.


Hoy mis labios alientan las distantes pausas

y recogen los colores de tus vagas posturas.


El tiempo sabe llevar mis voces acorraladas 

en la idea de amarte con estas solas manos.


Hoy deliro en la voz trémula de tus pliegues, 

en escogidas luces donde te llenas de amor. 


Hoy llueve un sol lleno de miradas inversas, 

lleno de viajes donde se azuzan tus piernas.


Y basta el deseo de lucirte abierta en voces,

abierta en los labios de un vértigo indecible.


Bastan las múltiples distancias de este amor

que te dibuja cercada en un pausado candor.


Rolando del Pozo

sábado, octubre 24, 2020

Quiero

Quiero empaparme de tu susurrar pausado,

de tus ganas evocando el fulgor de mi boca,

del origen de mis demoras en tus ademanes

y de tu lúcido horizonte recogiendo el amor.


Quiero aunar tus piernas sueltas con el ayer,

con la silente noche agotando lunas violetas.


Quiero el sabor de tus lentos y sutiles labios

y lo mustio de tus calmosos círculos rosados.


Y sólo el presente merece tus raíces lunares 

y la antigua presencia de tus débiles albores.


Sólo el pasado explica tus aquietas reservas 

en la señal que se repite en tu erótico besar.


Quiero tus voces que lastiman mis angustias

y abren las puertas a un sacudido despertar. 


Rolando del Pozo

martes, octubre 06, 2020

Ves

Ves huyendo en vano los ruegos en las sombras,

en los reclamos donde eliges ignorar las noches. 


Ves los extendidos besos agitados en los gestos,

en las alucinaciones que te devuelven al pasado.  


Asumes lo libertino en nuestros breves ahogos,

en la versión extensa de una memoria con vida.


Asumes lo que empieza y se extingue en versos,

en tus pechos dilatados, definitivos e indelebles.


Ignoras la demora en mis apuradas debilidades.

Ignoras las palabras en mi breve piel extendida.


Tal vez sea insensato redimir tus frágiles llantos

en la leve vibración que reproduce tus llamadas.


Tal vez sea necesario imaginarte sumisa y débil 

en lo que persiste en un beso y te reclama fértil.


Rolando del Pozo

viernes, septiembre 25, 2020

Duermo

Duermo en la idea que envejece en tus senos,

en la historia que se repite entre madrugadas.


Duermo en las ganas que trascriben tus voces,

que reviven tus labios en un verso sin tapujos.


El tiempo es el espejismo que agota tu mirada,

es la nada en la simulada muerte de tus poses.


El tiempo es la mejor condena en tus costados,

en tus piernas que no terminan de extenuarse.


Duermo en las inconexas palabras del destino,

en las pausas que ignoran tu afligida saciedad.


Duermo en tus senos de regresos y distancias,

de pasado y futuro disueltos en torpes ahogos. 


Y el tiempo me regresa a tus círculos discretos,

a tus ruegos sazonados con mis limpios versos.


Rolando del Pozo

sábado, septiembre 12, 2020

Se van

Se van los suspiros formando las noches

y las densas máculas de tu tarda imagen.

 

Se van los anhelos en la torpeza del ayer,

en la mirada ciega donde se apura la paz.

 

La sangre se quiebra lenta en solas voces

y las lágrimas se parten en tu piel aunada.

 

Se escuchan mutilados deseos y apetitos

vibrando en los retratos de una vieja sala.

 

Se van los deseos detrás de lúcidos cielos

y el viento te devuelve húmeda y agotada.

 

Es inútil retrasar el porvenir en mis versos

y transferir una agotada realidad a mi voz.

 

Es inútil repetir mis manos en rojas flores,

en un adiós que no recuerda desaparecer.

 

Rolando del Pozo

jueves, agosto 27, 2020

He dejado

He dejado la luna en desgarradas soledades

agitando lo innegable en tu habitada silueta.

 

He dejado el amor en lo vasto de tus piernas

asimilando los rosados e inmensos mañanas.

 

Ser feliz importa mucho en cualquier pausa,

en tus largas sonrisas, en tus tardos pechos.

 

He llenado mi mundo de tus tiernas caricias.

Lo he llenado de una voz que sabe del dolor.

 

Hay un nunca y un siempre en tus flaquezas.

Hay un destino que mira sereno tus ardores.

 

He dejado mi aliento en tus débiles apetitos.

He dejado mis labios en tu pecho inexorable.

 

Y ser feliz importa en tus perpetuos círculos,

en la agonía de reclamarte llena de gemidos.

 

Rolando del Pozo

sábado, agosto 08, 2020

Te place

Te place sostener la distancia que aviva ayeres

y ocupa el mismo espacio que impone pasados.

 

Te contenta lo que diluye y estrecha mis ganas

y me vuelve la careta que respira tus empeños.

 

Te consuelan mis versos en tus ajenas marchas

recuperando las invisibles soledades sacudidas.

 

Desde el ayer el rumor de tus piernas se apura

en tus cielos distintos, en lo libertino de tu voz.

 

Desde las pausas de una voz opuesta me llamas

y reclamas la convulsión en tus dolorosos ciclos.

 

Te place obviar la fantasía que salva tus sudores

y te retorna agotada en la sanción de mis besos.

 

Sabes que retornas al final de tu agitada jornada,

al drama de existir gastando mis profanos versos.

 

Rolando del Pozo

sábado, julio 25, 2020

La pasión

La pasión explica tus senos simulando ponientes,
los días descifrando errantes y circulares espejos
y la palabra que muerde en los dilemas de tu voz.

El amor se justifica en tus escrupulosos apremios,
en el rastro de tus manos precisando mis noches.

El dolor de tus piernas conspira con voces ciegas,
se justifica en una luna agarrada a tus malestares.

El ayer me devuelve a la imagen urdida en tu voz,
al eco de tus muslos en mis insaciables desazones.

El tiempo se acumula en tus poses, en tus curvas,
en aturdidas sombras fingiendo insolubles versos.

El tiempo te devuelve a recelosas y lentas manos.
Te devuelve al susurro de sutiles y heridos labios
y al calor amasado en el fondo de mi dulce noche.

Rolando del Pozo

sábado, julio 18, 2020

La noche

La noche abre puertas y anuda lamentos.
Abre tus lentos vuelos en negadas voces.

La noche acopia los asombros de tu boca
donde llueven flores y se inclina el afecto.

Acumulas naufragios en solitaria estación.
Atesoras los dolores recorriendo tus besos.

Atesoras los delirios llenos de dulces frases,
de esquinas, de sudores, de vacíos milagros.

La noche me devuelve a tus simples gestos,
a lo invisible en los desvelos de tus palabras.

La noche imita las señales de tu grave alma.
Imita los rostros de desalentadas añoranzas.

Y te vuelves la pausa de descifrables ansias,
te vuelves la noche donde rescatas el ardor.

Rolando del Pozo

viernes, julio 03, 2020

Tus silencios

Tus silencios han escogido las vacilaciones,
las ideas que se recuperan en viejos signos.
Han escogido las puertas para volver atrás,
para colmar las horas con huidas y desvelos.

Tu voz se repite en serenos y tardos versos.
Se repite en las ansias por tus torpes senos.

Y te desvelas en las partidas que te dividen,
en los ecos agudos de tus desnudas piernas.
Te desvelas en los rastros de tu alma fresca,
en los sueños que alienan tu ciega inocencia.

Duele mi faz calma en tus atrevidos pliegues.
Duelen tus poses en mis torcidos espejismos.

Tus silencios son las flores en abiertas pausas,
son un puñado de voces disueltas en vocablos.

Rolando del Pozo

viernes, junio 05, 2020

Me divides

Me divides en la distancia, en la pesadilla
que respira tus labradas y tardas siluetas.

Me disuelves en tu secreta y viva fantasía
dispersa en la vista que disuelve la noche.

Y no logro saber los límites de tus piernas,
de tus labios en secretas puertas abiertas.

No logro dibujarte en perennes laberintos,
en los empeños de tus agitados orgasmos.

Me respiras en la aventura que no ideaste,
en la piel de retraídos enigmas y desgarros.

La noche se llena de los afanes de tu boca,
de tu tierna naturaleza en anunciado dolor.

No logro vestirme con tu alfabeto de rosas,
con el ligero viaje que olvidaste en el amor.

Rolando del Pozo

domingo, mayo 24, 2020

Fueron necesarios

Fueron necesarios los curiosos y lentos ecos
simulando sentencias en apresados espejos.

Fue necesaria la inexacta voz en mis poemas,
en los espacios que posponen tu azulada piel.

Tus piernas relegadas exponen viejas puertas
y las esquinas donde recojo tus tiernos besos.

Tus noches revelan el desorden de tus poses,
el caos donde recojo tu grave y lenta congoja.

Fue necesario el pausado decaer de tus años
para descubrirte en mis despojadas mañanas.

Fueron necesarias tus ansiosas, rojas visiones
para aliviar mis ahogos, en tus abiertos besos.

Tus noches se han llenado de abatidas ganas,
de ritos a los que regresas habituada al amor.

Rolando del Pozo

sábado, mayo 09, 2020

Mi soledad

Mi soledad sobrevive al idolatrado tiempo,
al presagio de volver a tus noches oscuras.

Mi soledad se reparte tus usados nombres,
se reparte el silencio en tus lentos círculos.

Mis angustias las reconoces en tus piernas.
Las reconoces en tus inevitables espasmos.

Mis ciclos están hechos de espacios ajenos,
de los verdores que se cierran en tus besos.

Dejaste dispares señales en abiertos signos.
Dejaste la puerta de tus ansiedades abierta.

Y me miras desde el retiro de tu habitación,
desde una soledad semejante a mis pausas.

Y me llamas desde el ayer en abiertas luces.
Me llamas desde el malestar de tu lenta voz.

Rolando del Pozo

domingo, mayo 03, 2020

Me falta

Me falta el perfume que se lleva el viento
a otras heridas alboradas que se reavivan.

Me falta la pausa alegre de un beso tierno
agarrado al deseo contenido en tu mirada.

Agarras el pasado con tus aladas sombras.
Agarras las fantasías aplazadas en tu boca.

¿Cómo nombrar tu boca en asiduos labios?
¿Cómo recoger tu piel en ofendidas voces?

El pasado reparte las horas en rojos vuelos.
Reparte las señales de un sediento destino.

Me falta tu sonrisa deshecha por las ganas.
Me falta tu corazón en el dilema de mi voz.

Me falta la visión de tus senos angustiados
en el apuro por cobijarte con largas noches.

Rolando del Pozo

miércoles, abril 29, 2020

Bajas

Bajas a los silencios llena de tenues distancias
y anuncias la espesura de tu detenido cuerpo.

Regresas por la calzada angosta de tus versos,
frágil por los besos que lastiman tus costados.

Bajas de las esquinas de un vientre irrepetible
a tu voz de sonrisas, a un orgasmo sin tiempo.

Regresas a vanas poses plenas de amor añejo.
Regresas al poniente de tu angustiada cadera.

No cesan las imágenes en este ardor de lunas;
me llenan de fluidos que te regresan agotada.

No cesas en la insolencia que te reclama fértil,
en los espejos que atavían nuestro largo viaje.

Regresas en nubes azuzadas por mi desespero,
por las ganas de volverte un poema sin pausas.

Rolando del Pozo

sábado, abril 25, 2020

Me reconoces

¿Me reconoces en tu vientre detenido?
¿Me reconoces en tus signos disueltos?

Tu incansable boca me vuelve la noche.
Me vuelve de saciedades en tus piernas.

Me has negado tus incitados recuerdos.
Me has llenado de tus versos truncados.

Tus placeres me vuelven a tus sombras.
Me vuelven a pausas diversas, agitadas.

Deja mis labios morir en tiernas señales.
Déjalos respirar tus muslos imperfectos.

¿Me reconoces en tu inmóvil contorno?
¿Me reconoces en tus perdidos pechos?

Déjame los ardores, los placeres nítidos.
Déjame el amor repitiéndose en mi vida.

Rolando del Pozo

lunes, abril 20, 2020

Es de pausas

Es de pausas el despertar en tus brazos,
en tu piel de brillos sisados por el amor.

Es de labios la trampa urdida por tu voz,
las ganas abiertas con recelos en tu piel.

Son de silencios las señales que ahogas,
las voces donde te adueñas de sombras.

Son de temblores las agonías que agitas,
que sacudes y esparces en tus entrañas.

Eres el silencio que se arrulla en el ayer,
en la contracción que enumera amores.

Eres la dueña de mis espacios cerrados,
de la calma donde te apartas de mi voz.

Al fin, eres el reflejo urdido en mis ojos,
la pupila quieta en mi pausado reclamo.

Rolando del Pozo

viernes, abril 10, 2020

En tus manos

En tus manos demoro las fragancias de la luna.
Demoro el deseo de vivirte en diversos colores.

En tus miradas se agita mi voz clamando brillos,
agotando la sordera donde encierro tus noches.

En tu voz se abrazan las ausencias, los misterios.
Se abrazan las alboradas sazonadas en secretos.

En tus ojos de breves rosas viviré tus ansiedades.
Viviré los temidos ardores en tus frescos vértices.

El tiempo sabe engañarme en etéreas quimeras,
en tus gritos donde mi cielo desencadena mares.

Déjame ver la torcida luz en tus piernas abiertas.
Déjame ver tus palabras visitadas por la ternura.

Déjame los viajes que se colorean en las partidas.
Déjame tu sonrisa en la leve vibración de mi voz.

Rolando del Pozo

miércoles, marzo 25, 2020

En tu piel

En tu piel exaltaré el rostro de tu inocencia,
el viento raptado en las aristas de tu sueño,
el ocaso solitario en el fondo de tus apetitos
y la música regada al comienzo de tus labios.

En tu voz se alarga la doliente complacencia
y las raíces de tus súbitos placeres jadeantes.
Se alarga tu desnudez fecunda en rotas rosas,
en rígidos círculos que saborean tus enfados.

Regresa el ansioso silbido a tu alma de perlas,
a tus otoños cortados en tus besadas heridas,
a tu enorme corazón agitado de mujer tierna.

En tus inconstantes pasos sucumbe lo natural,
sucumben tus dolores levantados en la calma
y el roto amanecer prendado de tu despertar.

Rolando del Pozo

domingo, marzo 01, 2020

El tiempo

El tiempo es la distancia que no compartirá
mi densa boca con el arrojo de tus miradas.

El tiempo es de sonrisas en viejas memorias;
asume el adiós en voces que no se degradan.

Te llenas de la locura sin entender mis besos,
mis pausas, el valor efímero de mis victorias.

El tiempo es un espacio de horas sin destino,
una vana oscuridad que se agota en tu lecho.

Te llenas de los gritos que no serán borrados
por los símbolos de tus agitados desamparos.

Y el tiempo nos ignora en tus cortos vocablos,
en la vitalidad de tus agitados y lentos mimos
donde te llenas de insolubles pausas y ruegos,
de las ganas por abrir y dejar morir mis versos.

Rolando del Pozo

domingo, febrero 16, 2020

Escucha

Escucha como acontece la ternura,
se esconde en tu frente de espuma,
en el perdido apetito de tu inocencia,
en la negación de regaladas caricias.

Es la hora de tus silenciosas fantasías,
de mis dolores y tus nutridos sosiegos,
de tu vientre en temblorosa cópula,
de tus asombros en mi sed de amante.

Es hora de contenerme en tu ímpetu,
de estrechar tus actos de ternura y fe,
de negarte en el espejo inverso de la ira.

¿Escuchas los jadeos en mis súplicas?
Están llenos de candorosos espejismos,
de las claves de amanecer, amándonos.

Rolando del Pozo

domingo, febrero 09, 2020

Todo

Todo está donde lo dejaron tus labios,
en una difusa cólera aunando tus voces,
en el instante opaco que no comprendo,
en los portones de un acosado porvenir.

Todo luce igual a tus jadeantes palabras,
imposibles en desnudos y firmes reflejos,
singulares en las ansias por tus dobleces,
por tus húmedas manos de llanos versos.

Están los silencios adulando tus pliegues,
la perfecta simetría de tus rígidas piernas,
y el olor de tus noches acariciándolo todo.

Están tus desmedidos abismos de amante,
el ángulo ciego de estos versos sin pausas,
y tus besos muriendo en intratables ganas.

Rolando del Pozo