La noche abre puertas y anuda lamentos.
Abre tus lentos vuelos en negadas voces.
La noche acopia los asombros de tu boca
donde llueven flores y se inclina el afecto.
Acumulas naufragios en solitaria estación.
Acumulas naufragios en solitaria estación.
Atesoras los dolores recorriendo tus besos.
Atesoras los delirios llenos de dulces frases,
de esquinas, de sudores, de vacíos milagros.
La noche me devuelve a tus simples gestos,
de esquinas, de sudores, de vacíos milagros.
La noche me devuelve a tus simples gestos,
a lo invisible en los desvelos de tus palabras.
La noche imita las señales de tu grave alma.
Imita los rostros de desalentadas añoranzas.
Imita los rostros de desalentadas añoranzas.
Y te vuelves la pausa de descifrables ansias,
te vuelves la noche donde rescatas el ardor.
Rolando del Pozo
La noche y sus mistérios. Me gustam tus escritos.
ResponderEliminarAbrazos de Portugal.