jueves, agosto 27, 2020

He dejado

He dejado la luna en desgarradas soledades

agitando lo innegable en tu habitada silueta.

 

He dejado el amor en lo vasto de tus piernas

asimilando los rosados e inmensos mañanas.

 

Ser feliz importa mucho en cualquier pausa,

en tus largas sonrisas, en tus tardos pechos.

 

He llenado mi mundo de tus tiernas caricias.

Lo he llenado de una voz que sabe del dolor.

 

Hay un nunca y un siempre en tus flaquezas.

Hay un destino que mira sereno tus ardores.

 

He dejado mi aliento en tus débiles apetitos.

He dejado mis labios en tu pecho inexorable.

 

Y ser feliz importa en tus perpetuos círculos,

en la agonía de reclamarte llena de gemidos.

 

Rolando del Pozo

sábado, agosto 08, 2020

Te place

Te place sostener la distancia que aviva ayeres

y ocupa el mismo espacio que impone pasados.

 

Te contenta lo que diluye y estrecha mis ganas

y me vuelve la careta que respira tus empeños.

 

Te consuelan mis versos en tus ajenas marchas

recuperando las invisibles soledades sacudidas.

 

Desde el ayer el rumor de tus piernas se apura

en tus cielos distintos, en lo libertino de tu voz.

 

Desde las pausas de una voz opuesta me llamas

y reclamas la convulsión en tus dolorosos ciclos.

 

Te place obviar la fantasía que salva tus sudores

y te retorna agotada en la sanción de mis besos.

 

Sabes que retornas al final de tu agitada jornada,

al drama de existir gastando mis profanos versos.

 

Rolando del Pozo