sábado, junio 27, 2009

Están tus voces

Están tus voces a manera de nombres abatiendo pasados

y tus miradas yaciendo en las efímeras y silentes sombras.

 

Están tus recuerdos asumiendo los siseos de mi juventud

y tu huérfana soledad recurriendo en los vacíos del llanto.

 

Tal vez nuestros rastros se dibujen en desbordados besos.

Tal vez tu adiós se diluya en la angosta puerta del pasado.

 

Están las flores sumadas a tus abrazos, a tus voces aladas,

aunando los paisajes, las vagas miradas, el mágico destino.

 

Están los silencios tercos y los rasgos de una lejana noche

asimilando las cenicientas visiones y los ansiosos escapes.

 

Tal vez mis palabras dibujen tu cuerpo en vanas nostalgias

y delimiten tus versos en los cristales de avisados regresos.

 

Y están los vacíos, los creídos sueños, las blancas mentiras.

Están tus apetitos retornando a mis ilusiones y desaciertos,

a la imagen de cristalizarte en mi boca hasta verte aparecer.

 

Rolando del Pozo

jueves, junio 18, 2009

Acostumbras

Acostumbras mis manos a tus fatigados pliegues

y unes mi confusión a las disculpas de tu vientre.

 

Exaltas mis deseos errantes en tus vivas caderas

y me llevas entre tus besos a tus heridas abiertas.

 

En el lecho eres de regocijos, de pulidos secretos.

Eres la pasión mordida en mis olvidados suspiros.

 

En el lecho eres el olor del sueño que me confina

y me regresa en agotadas penitencias e impulsos.

 

Ignoras mis dilemas, mis anhelos, mis reflexiones.

Ignoras las profanas visiones, los rígidos enigmas.

Ignoras los infinitos en los susurros, en mis rezos.

 

Acostumbras mi realidad a tus rítmicos espasmos,

a tus nítidas saciedades, a tus lentas y laxas poses

y me llevas agitado en la eternidad de un gemido.

 

Rolando del Pozo