Mujer de espacios tenues, de inclinadas tardes.
¿De qué están hechos tus gemidos?
Mujer llena de ecos tristes y lentos besos.
¿De qué están hechos tus pechos largamente dulces?
Eres de húmedos ritos, de horas blancas, de rosas.
Eres de noches y hueles a lunas en mis manos.
¿De qué está hecho tu corazón de soledades?
¿Qué te llena de vuelos inclinados la memoria?
Me dictan las ganas tu incompleta dicha, tus esperas.
Me dictan tus pechos, un rostro de ritos y de sombras.
Eres la mirada que emerge y calma mis abismos.
Eres el grito que sacude estrellas y noches ausentes.
Y en el amor, eres el gastado gemido de saciedad
y en mis palabras, lo que se repite y te vuelve mujer.
Rolando del Pozo
Tu poema es .... un buen poema; me ha gustado, mucho.
ResponderEliminarPodría escribir más, pero no voy a dejarme;
tan sólo un beso, Rolando
Ío