Abro tus delirios en la idea de soñarte llena de brillos,
en tu mudez de viento donde finjo ser un mar de bríos,
en los colores que perfuman las horas de esta ansiedad
y en las ganas de querer poseer tus trazos en mis letras.
Llueve y mi alma es otro cielo en la vertiente de tu voz,
en tu gemir de luces, en el triunfo de tu erguido vientre.
Regreso a tus más bellos ruegos, a tus pendientes vuelos.
Regreso a tu jardín de sombras pintado de frescas voces.
Y se funden nuestras soledades en imposibles esperanzas,
en los perfiles de un sol redimido por tus solitarios senos,
por las horas que te reclaman bella y tierna en mis versos.
Regreso a los delirios que te describen llena de dolencias.
Regreso a iluminar tu piel de distancias, tus curvas de sal,
tus osadías tiernamente vencidas en tus delirios de mujer.
Rolando del Pozo
No hay comentarios:
Publicar un comentario