martes, septiembre 26, 2006

Te has vestido

Te has vestido con espejos y sombras, con piel del ayer,

con gastadas memorias y en la lividez de rotas palabras.

 

Te has sumado a las oraciones que alcanzan tus piernas

y prometes articulados amaneceres en olvidados vacíos.

 

Te has gastado las melancolías, los rencores del pasado

y el miedo que llena tus historias, en volverte de versos.

 

Asumes que no hay suficiente inocencia en tu orgasmo,

que no hay suficientes sudores para calmar los ardores

de tus leves y rosados círculos y tus lánguidas angustias.

 

Aceptas que importan menos tus desvaríos en este viaje,

que las ofrendas que hiciste, susurren menos al porvenir.

 

Te asusta la quimérica frontera de este amor sin pausas,

que nada valga la vida en insolente escape, al frágil ayer.

 

Te has vestido con el tiempo, con el dolor de tus versos.

Te has vestido de silencios y de lunas con perfiles ajenos.

 

Y te preguntas sobre las sombras que se resisten a morir,

sobre el amor que insolente, te viste de lentas alboradas.

 

Rolando del Pozo 

lunes, septiembre 25, 2006

Dime

Dime si hay justicia en tu amor de sigilos,

si hay clemencias en tus floridas malicias,

si hay castigos en tu pubis lleno de ayeres,

de voces desleídas y desarmados gemidos.

 

Tu amor me eleva y me reclama de luces,

se multiplica en la claridad de mis versos;

a veces, asciende por mis lentos costados,

me castiga de saciedades y fuga despacio.

 

Dime si de dolores debo sazonar tus poses

y de pasos estrechos debo pintar tu pasión

de insurrecciones disueltas y estremecidas.

 

Dime si debo convertir mis gritos en vino,

mis ambiciones en ebrias incertidumbres,

y regresarte a tu cielo de ecos y serenidad.

 

Rolando del Pozo

 

miércoles, septiembre 20, 2006

Te descubrí


Te descubrí recorriendo el rocío de luces,
entonando ilusiones en cascada de vacíos.

Te descubrí aceptándote en el verbo amar,
en manchas de estrellas y frenados vientos.

Te descubrí gimiendo en un aunado destino,
sublimando tiempos, creando espacios azules.

Te descubrí de luces, forjando reversos cielos,
llenando de esperanzas tu firmamento secreto.

Y me sumergí en tu vasta pelvis de tenues rosas,
en tu cambiante universo de lapsos y descuidos,
en la bonanza de lentos versos y agitadas voces.

Simulé una disuelta suerte en la idea de amarte,
para descubrir el empeño de tus ojos en el beso,
para descubrir tus gemidos, definiendo mis besos.

Rolando del Pozo

martes, septiembre 12, 2006

Tu imagen

Tu imagen me aguarda diseñando voces y augurios,

me aguarda simulando trampas en los ecos del adiós,

simulando diversas memorias desertas de nostalgias.

 

Tu imagen es la vida en un vientre igualando voces.

Es la partida de mi distancia en tus exactos sollozos,

en tus ahogos dispersos, en tus sudores sin sentidos.

 

El ayer me condena a consumirme en noches cortas,

al dolor sin historia, al rostro incierto de una ilusión

y a las sombras que ironizan las apuestas del olvido.

 

Me queda el consuelo de leerte con tus leves voces,

de acariciarte suave con mis recuerdos y esperanzas,

de beberte en lágrimas y saberte de fogosas noches.

 

Me quedan tus ruegos y los bríos que giran tu noche.

Me quedan las costumbres, las fisuras de tus furores

y un pasado que quiebra la muerte en sacudido amor.

 

Rolando del Pozo