jueves, agosto 12, 2021

Fue necesario

Fue necesario escuchar la voz del limonero 

estirarse en tu plegaria de finos laberintos, 

en los jazmines aunando tus hondos versos

y en el vano presentir de tus ocultas manos. 


Suelo esconder tus visiones en mis poemas,

en el ocaso distante de un pausado mañana. 


Suelo incorporar mi alma en tus demorados

y diversos despertares, apenas presentidos.


Y suelo callar la índole de tus transgresiones

en la duración de mi nombre, en mi ceguera. 


Fue necesaria tu quebrada curva de amante

en los días resistiendo mis escasas sombras.


Fue necesario tu reflejo saciando mis noches,

resistiendo los embates de mi herida lujuria.


Rolando del Pozo

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