Me duelen las imágenes que me faltan,
esas que sacuden los fantasmas del adiós,
esas que se adhieren a la migración de la nostalgia
y son manos que se deslizan debajo del mundo.
Me duelen las voces que sirven para abrir sombras.
Sombras que son el precio del mismo atardecer
y son el reclamo de una piel encerrada en otra piel.
Me duele la piel que reclama tu orgasmo.
Orgasmo que conspira con la noche y el ayer
y es la imposible saciedad que anuncia tus piernas.
Me duelen tus pausas en los reflejos de otro tiempo.
Me duelen las soledades en los reflejos del amor.
Amor que es misterio, dolor y la pausa de otro adiós.
Rolando del Pozo
No hay comentarios:
Publicar un comentario