Cierra tu tierna voz y llena de noches mis deseos.
Desnuda la ansiedad de estos versos en tus senos.
Eres la despierta sonrisa donde aletea el silencio
y en tus ojos se ausenta la noche, delgada y ciega.
Se parecen tus poses a la brevedad de tus señales
donde se empapan mis ganas con errantes voces.
Cierra mi piel con tus descalzas flores de invierno
y descubre la pasión oculta en tus piernas sueltas.
Han venido las visiones ebrias al seno de tu rosa.
Han venido a reencontrarse con mi boca húmeda.
Atrapa mis frescas lágrimas en tu mirada intensa;
exigen los lánguidos anuncios de tu triste vientre.
Atrapa la soledad que dejaste en abatidos ruegos,
donde pretendes mi amor disparejo y misterioso.
Rolando del Pozo