Has
dejado tu cuerpo junto al alba, vestido de lluvia,
rompiéndose
en silencios, en la urgencia del rocío.
Has
dejado los respiros sudorosos del alma, junto a este poema,
en la
violencia de convulsionadas rosas, a los pies del futuro.
Has
dejado la miseria, en palabras angustiadas, en rumores
que se
esconden en mi garganta para que pare de escribir.
¿Quién
dejará de soñar silencios en la brevedad de tus poses?
¿Quién
beberá tus flores en la imagen de una puerta cerrada?
Cuídate
de la verdad, sus huesos brillan como piedras preciosas.
Cuídate
del destino, de lo que no existe en la memoria de mis versos.
Tu
sombra salta de horizonte en horizonte, camino del espejo,
en
busca de la locura que se vuelve un amor que nadie comenzó.
Tu sombra busca las visiones del mundo, sus dolores y las formas
que se
agitan en la brevedad de un verso hasta fundirse en las horas.
¿Quién
pagará el tributo a tus silenciosos viajes, a tus gestos?
¿Quién
sumará distancias en los rostros débiles de tu memoria?
Has
dejado lo que persiste, en las horas rechazadas por mis voces.
Has
dejado tu sombra en la pared, para que te recuerde y calle.
Rolando
del Pozo
Como sempre teus poemas tocam a alma de quem te lê! Maravilhoso e sensivel teu canto poético! Adorei! Beijos!
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