jueves, octubre 11, 2012

Déjame

Déjame tu voz a manera de permanentes abismos.
Voz de inexplicables, serenas y alienadas distancias.

Déjame tus palabras a manera de espacios verdes,
llenos de tiernos signos que dibujan viejos jardines.

Déjame tu paisaje de sombras, tus íntimas siluetas,
clamando a la escasa sustancia que desata al tiempo.

Tu cuerpo persiste en la indolencia de mis pinceles,
en el rumor que acerca tu sombra y sujeta tus senos.

Tu sonrisa resiste la pausa donde habita la saciedad
y los silencios que son los desvaríos de tu desnudez.

He juntado los perdidos idiomas que definen tu voz.
He juntado los ecos de tu cuerpo insoluble, dividido.

Déjame los viajes que exploran tus perdidas curvas.
Déjame tu mustio amor, completándose en mi boca.

Rolando del Pozo

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