domingo, enero 09, 2011

Apaga


Apaga las palabras en las luces de mi sombra.
Me es necesario respirar el abismo de tus ganas, una vez más.
Apaga las voces de la luna con tu vientre y la noche con tu sangre.
Me es necesario nacer contigo en inmóviles y silentes horas.

Estamos solos en este viaje de inútiles espinas y sordas manos
y nos esperan amaneceres escasos y un puñado de gemidos.
Estamos solos en la duración de tus jadeos
y nos espera la avaricia de tus piernas y un pasado repetido.

Nos quedan los insomnios, la piel hecha jirones, el fulgor del alma.
Nos quedan los viajes donde olvidamos el ayer.
Apaga el ardor y no digas que te has ido.
Apaga las flores de la ausencia y no augures distancias.

No escribas la dicha con preguntas.
No borres los días con la sed que se derrama de tus senos.
No pruebes de este dolor con sabor a memoria, te insisto;
nos queda un porvenir que desde tu vientre, mira hacia atrás.

Rolando del Pozo

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