jueves, junio 24, 2010

Tal vez

Tal vez tus abatidos gemidos se repitan en mis sombras.

Tal vez tu voz se multiplique en mis rebosados sudores.

 

Tal vez tu sombra vuelva a encarnarse en mis pliegues

y no sean necesarios los perdones y los tardos reflejos.

 

Has levantado la noche, irreversiblemente, con tus besos

y nos mira el tiempo con el color de la dicha y la fatalidad.

 

Y estás ahí, al pie de tus horizontes, sofocada y adolorida.

Están tus violentas contorsiones, tu agitada imperfección.

 

Estás ahí, al pie de tu abandonada soledad, la no fingida.

Están tus imágenes demoradas pendientes de la ternura.

 

¿Quién podrá aplacar tu desnudez con profusa frescura?

¿Quién podrá llenar de milagros tus palpitantes pechos?

 

Has levantado al mundo con tus severas y lentas manos

y nos repite el amor, incansable, en un milagro al revés. 

 

Rolando del Pozo