domingo, marzo 28, 2010

No renunciaré

No renunciaré a los colores fugitivos de tu vientre,

ni a las voces que llenan mi alma de grandes huidas.

 

No renunciaré a los temblores que sacuden la noche

y llenan de sobresaltos las fantasías de mis sombras.

 

Tal vez la memoria sepa del dolor de mudas caídas.

Tal vez tus palabras se vuelvan a escribir sin sollozos

y el silencio se vuelva el umbral de nuestras voces.

 

No renunciaré a lo amado y lo temido en tus pausas,

aunque el tiempo se acomode calmo en mi lengua,

aunque se derramen las sílabas de todas tus quejas

y marchen mis razones a derramarse en tus pupilas.

 

No renunciaré a la condena a la altura de tus senos.

No renunciaré a los dolores a la altura de tus piernas.

 

Tal vez mi poesía se vuelva vida que agite la muerte.

Tal vez haber vivido sea señalar tu boca con mi boca.

Tal vez haberte amado sea la puerta a mi redención.

 

Rolando del Pozo