jueves, mayo 14, 2009

Te reconozco

Te reconozco en las vacilaciones impalpables del espejo,

llena de costumbres, de señales, de escondidas trampas.

 

Te reconozco en mis ojos cegados, en lo etéreo de tu boca.

Te reconozco en el plumaje del olvido, ajustada a las horas.

 

Acaeces en las señales de un mundo de pájaros perdidos,

en los abismos que alzan vuelo y se disipan en mis atisbos.

 

Tienes la forma de la distancia en mis abiertas realidades.

Tienes los imposibles versos, los infinitos fértiles silencios,

los reclamos de la luz, sus formas y sus insolubles reflejos.

 

Me vigilas desde los bordados vacíos, desde el insomnio.

Me vigilas desde una lágrima que emite pesar y me ciñe.

 

Yo no pido la ausencia a la altura de tus ojos, de tus voces,

no pido tu indecisión en el reverso de una cándida realidad.

 

Llévame en tus rastros, que aprenda de tu rígida nostalgia,

que pueda leer en tus duras lágrimas y sepa de tus ruegos.

 

Llévame en tu noche de recelosas estrellas, donde exploro,

tu corazón de interminables formas y grandiosos regresos.

 

Rolando del Pozo