sábado, abril 25, 2009

La mujer

La mujer de rostro firme vuelve a mi ventana,

reclinando su pecho en el agonizar de la lluvia.

 

Reclama la vida en la piel labrada por el llanto,

en la dulce plegaria que limita con sus delirios.

 

Vuelve desde un mundo de manos truncadas

asumiendo sus tiempos en las alas de un ángel.

 

Se repite en mis sueños llenos de vacías voces

y descuelga silencios en desencajados adioses.

 

Su boca encierra el destino de vanas formulas

que dejaron el amor y se copian en mi espacio.

 

Su cuerpo es la luz en el reverso de urgida paz

y los versos impronunciables en los rígidos días.

 

Vuelve en los rumores de la tarde, insondable,

vibrando en los inicios y finales de un orgasmo.

 

Rolando del Pozo

2 comentarios:

  1. Que mágica forma de describirnos. Me gustó mucho el poema por lo que dice y lo que deja entrever. Abrazos
    Clarisa

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  2. Te seguiré leyendo atentamente.
    Un cordial saludo desde España.
    http://beatrizgiovannaramirez.blogspot.com/

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