jueves, diciembre 18, 2008

Ahora

Ahora es temprano para recoger las costumbres
y los espacios encogidos debajo de mis pies.

Ahora es tarde para corregir las vacilaciones
urdidas a expensas de algunos sueños ciegos.

Reconozco la medida de lo invisible en el amor,
las pruebas del ayer acumuladas en el armario,
las contemplaciones en el temblor de la noche.

Reconozco que hice de la locura mi hija predilecta
y olvidé los horrores de la noche al final del mundo.

Ahora es tarde para las caricias extremas del infierno,
y es temprano para tus sonrisas en voces entreabiertas.

Y sólo pido que mi tacto agote mis visiones, mis voces,
que mi muerte sea el reclamo silente de cualquier luz.

Sólo pido que tus besos me lleven a cualquier horizonte,
que mi vida sea el reclamo ardiente de todas tus ganas.

Ahora es tarde para recoger el tibio perfume de la noche
y aprender, que puedo traducir mis rastros en ausencias,
que puedo marchar a la pupila inalcanzable del mañana
y consumar los sonoros finales en inmensos principios.


Rolando del Pozo

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