viernes, enero 26, 2007

No alejes

No alejes tus dolores, tienen la forma de un gemido
que no podría seguir brotando sin más amaneceres.

No alejes mi boca de tus afligidos y pausados senos,
de tu azulado vientre, de tu felicidad partida en dos.

No alejes la nostalgia, precisa respirar la alucinación
que la vuelve el reverso del infierno en mi confusión.

Me cercenan todas tus pausas, tu insensata reserva,
tus sonoros flancos en flamas, tus continuos olvidos.

Me cercenan los sueños tus labios de abiertas ganas,
de corazón ahogado en ruegos, en la prisión del ayer.

He labrado mi pena en olvidos, en desiertos paraísos,
en disuelta hambre que no me salva, ni me dispensa.

No alejes tu rostro, tu fino veneno, tus bocas ajenas,
tu locura que me condena al desgarro de mis ansias.


Rolando del Pozo

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