lunes, noviembre 13, 2006

Se descolgó

Se descolgó el tiempo hecho de sueños, de vigilias,
de sudores, de recuerdos desplegados en fantasías.

Se desmontó la mujer, sus símbolos, sus dislocadas 
piernas de un ocaso eterno que se cierra en el ayer.

Se desquició el rumor en una poesía llena de voces,
de sombras que persisten en encerradas alboradas.

Todo lo tuyo me ha tornado en fugaces amaneceres, 
a sentirme la alucinación de una existencia efímera.

Todo lo tuyo me ha devuelto a tus íntimas palabras,  
al brebaje que se desborda de tus pausadas señales.

Se desencajaron los vocablos que te describen lenta
en el fondo de un espejo que se alimenta de muecas.

Se desencajo el adiós en retraídas, agitadas sombras, 
en una muerte que no es censura, ni espera, ni olvido.

Rolando del Pozo